La familia es la base de
nuestro crecimiento, es el lugar donde los principios y los valores se
fomentan, donde se satisfacen las necesidades básicas y secundarias que todo
ser humano requiere. Dichas necesidades son fundamentales cubrir para que el
adolescente alcance un desarrollo integral en cuerpo, mente y espíritu, de ahí
la importancia que tiene.
Cuando la familia se
desintegra los adolescentes tratan de buscar un lugar de aceptación y cariño en
donde ya no existe. Justo en este momento empiezan a revelarse, por lo que
empiezan a agruparse con otros adolescentes en las mismas condiciones formando
pandillas o bandas donde empiezan a delinquir en cualquiera de sus
manifestaciones. Esta delincuencia es una forma de manifestarse
inconformes con la situación en la que se encuentran y es un problema social de
importancia relevante en nuestro país.
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